Con todos ustedes... ¡el Dr. Julio Castedo!
- AEN 
- 17 jun 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 8 jul 2024
Hoy os presentamos a un “neurocosa” más que imprescindible. Con todos ustedes... el Dr. Julio Castedo.
P: Tú eres Neurorradiólogo, ¿alguien sabe qué es eso? Sois como una máquina que hacéis fotos y diagnosticáis el cerebro?
R: Hacemos fotografía de interiores… Del SNC y de las estructuras que lo contienen (cráneo, cuello y columna), e interpretamos esas imágenes; usamos para ello cualquiera de las técnicas de las que dispone la Radiología: TC, RM, Eco-Doppler, Angiografía...
Hacemos fotografía de interiores…
La Neurorradiología es una de las cuatro áreas de capacitación específica aceptadas por las sociedades internacionales de Radiología: Radiología de la mama, Radiología pediátrica, Radiología vascular-intervencionista y Neurorradiología, que a su vez tiene una vertiente diagnóstica y otra vascular-intervencionista.
P: ¿Qué crees que puede aportar la NRX y que los que somos médicos asistenciales aún desconocemos?
R: La NRX ha experimentado un considerable desarrollo a lo largo de los últimos años y sigue siendo un campo en constante evolución, tanto en la instrumentación como en el software y la implementación de nuevas técnicas. Es labor del neurorradiólogo estar al tanto de esas novedades y sistematizar y priorizar la información derivada de cada estudio para que resulte útil al clínico. Hace unos años la difusión, perfusión y espectroscopia eran técnicas “avanzadas”, disponibles en muy pocos centros hospitalarios, y hoy se han convertido en técnicas rutinarias. Pero la investigación no se detiene, y constantemente se mejoran resolución, secuencias y protocolos. Ya son una realidad las técnicas híbridas (PET-CT y PET-RM) que combinan información anatómica y funcional, la tomografía computarizada espectral, capaz de diferenciar mejor los tejidos en función de su composición y reducir la necesidad de agentes de contraste, la RM de ultra alta resolución…
La irrupción de la inteligencia artificial está a punto de cambiarlo todo
P: ¿Cuál crees que es el futuro de tu especialidad? ¿Hay hitos a punto de alcanzar o en vuestra mente para dentro de unos años?.
R: La irrupción de la inteligencia artificial está a punto de cambiarlo todo. La IA ya se está aplicando en la programación automática de secuencias de RM, en la optimización de los parámetros para acortar los tiempos de exploración sin perder calidad de imagen, en los algoritmos de reconstrucción y en la propia interpretación de algunas imágenes: ya hay programas de IA que interpretan radiografías de tórax y fracturas óseas o hacen seguimiento de nódulos pulmonares, de momento siempre bajo la tutela de un radiólogo que valida el estudio, pero sólo es cuestión de tiempo que tengamos que convivir con esas nuevas herramientas en todas las áreas del diagnóstico por imagen.
P: Tú antes fuiste médico de otras cosas, ¿no? Médico de atención primaria, algo que tiene poco que ver con la superespecialización y la tecnología pero que es tan necesaria. Cuéntanos cómo viviste esa época.
R: Como ya tengo unos cuantos años viví la época de los ambulatorios del cupo y la transición a la atención primaria, donde ocupé una plaza durante seis años, concretamente en un centro de salud de Fuenlabrada. También trabajé en la beneficencia, que daba cobertura a personas sin seguridad social. Recuerdo aquella época con cariño, es una forma de ejercer la medicina que requiere humildad, estudio y paciencia, pero que también puede saturar por la excesiva carga asistencial y la deficiente planificación de los recursos. Después de aquellos años decidí terminar el ciclo, cambiar de rumbo y hacer una especialidad completamente distinta; me presenté entonces al MIR para hacer Radiología, y entré en Puerta de Hierro, por lo que renuncié a mi plaza, pero si no lo hubiera conseguido, no habría tenido ningún problema en seguir en la atención primaria.
P: Siempre se dice que los médicos no sabemos escribir, que hacemos garabatos en un papel que nadie entiende. Háblanos de escribir. ¿Qué sientes cuándo escribes?
Los médicos no escribimos tan mal. Que se lo digan a Chejov, a Marañón o a Baroja
R: Los médicos no escribimos tan mal. Que se lo digan a Chejov, a Marañón o a Baroja. Para mí las dos vocaciones se desarrollaron de forma simultánea y de la misma forma que siempre quise ser médico, siempre me gustó escribir. He intentado compatibilizar las dos actividades, aunque en muchas ocasiones ha sido imposible y he tenido que aparcar la literatura. A pesar de ello, he publicado un ensayo y seis novelas, una de ellas, El jugador de ajedrez, llevada al cine, lo que de momento ha colmado mis aspiraciones en ese terreno. Pero es muy probable que en mi jubilación retome las letras.
P: Y ahora una pregunta difícil. ¿Crees que los médicos aunque parezcamos técnicos somos humanistas? Muchos compañeros son escritores, músicos, pintores…
R: Creo que sí, el humanismo está muy presente en los médicos. Mi principal maestro y padre de la neurorradiología española, Carlos Parera, es un extraordinario pintor. Y he conocido muchos más ejemplos. La formación médica incluye no sólo aspectos técnicos y científicos, sino también éticos, psicológicos y sociales, y la práctica médica requiere una gran dosis de empatía y compasión. Los médicos tratamos a personas en momentos de vulnerabilidad y es importante mantener su bienestar emocional además del físico. La medicina está profundamente ligada a cuestiones éticas y morales.
...el humanismo está muy presente en los médicos...
P: ¿Cambiarías tu vida de médico NRX y escritor por otra?
R: La vida es un camino irrepetible. Las decisiones que tomé en el pasado me han llevado donde estoy ahora. Quizá podría haber sido mejor médico si no hubiera escrito nunca nada o mejor escritor si no hubiera ejercido la medicina. Nunca lo sabré, pero cuando miró hacia atrás a mis sesenta años, suelo pensar que el esfuerzo por intentar hacerlo bien en los dos terrenos ha merecido la pena.
P: Y como escritor, ¿nos puedes recomendar un libro tuyo y otro ajeno?
R: Uno mío, por ejemplo Redención, una novela negra que publiqué en Planeta. Uno ajeno Relato soñado, de Arthur Schnitzler, que también era médico, por cierto.
¡Muchisimas gracias querido Doctor!. Seguiremos devorando cada letra que salga de tu pluma.
Dr. Julio Castedo, una de esas personas que te hacen mantener la fe en el ser humano...








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